Katherine no conoce la vergüenza, la desidia, el decoro, la mojigatería y el achante

domingo, 3 de julio de 2011

De por qué deberían ser prohibidos los besos

No deberían prohibir todos los besos, sino exclusivamente el primero. El primero es el peor, el que más sensaciones de incertidumbre, inseguridad y desatino traen al cuerpo. Lanzarse a las tenebrosas y desconocidas aguas de la boca ajena le acarrean al ser humano en disposición de dar el primer beso más líos que beneficios y por eso debería prohibírsele hacerlo. Con ello de tajo se le quitaría la obligación de pensar en todo el asunto y la humanidad entera libraría al tiempo una bocanada de alivio.

Hay que pensar por ejemplo en una típica situación de cine. La película puede ser buena o mala, pero para los primeros besantes en potencia se convierte en un suplicio de 120 minutos, de estar pensando que cualquier minuto es al tiempo el instante perfecto y el peor para lanzarse a dar un chapuzón en la boca ajena.

Si uno de los potenciales besantes no desea contacto con la cavidad bucal del otro, la maldición recaería sobre el aguerrido, que encontraría rápidamente un contundente rechazo a su acción valerosa, que podría incluso incluir violencia física o un penoso “no te equivoques” como respuesta.

Ese es otro de los problemas del primer beso. Pensar en la posibilidad del rechazo, acarrea consigo problemas físicos: debilita los músculos faciales, momifica las piernas, llena de un hormigueo constante a las manos, dejando como consecuencia un primer besante torpe, que apenas puede mover los labios o acercarlos a la boca del otro, con movimientos irregulares, poco sensuales, más desalentadores que las esperanzas de obtener un segundo beso con la misma persona.

Alguien podría apuntar que es más fácil lanzarse al beso en otro tipo de situaciones donde el contacto no sea horizontal lateral sino frontal, como en un baile, o en una parada de bus. Un movimiento rápido que parezca una casualidad forzada y si las diferencias de estatura no son considerables, dar el beso sería cuestión de esperar al contacto visual adecuado, o al instante de descuido que incite a estrellar las bocas y esculcar si existe compatibilidad.

Tanto en este como en el caso del cine existe un factor más a considerar: el sabor con el que quedará marcado el primer beso. ¿Acaso está bien que la primera impresión de la boca ajena en sus papilas gustativas sea la de palomitas de maíz con gaseosa? O en el caso del paradero, ¿al reducto de lo que estaban haciendo antes de estar ahí, el sabor amargo de una cerveza, la sensación de descomposición de un coctel de frutas tomado ya varios minutos antes?

Agregarle al primer beso el sabor del chicle puede ser una idea peor que la de arriesgarse con la combinación de comidas y dientes sin cepillar: con la torpeza y el nerviosismo que produce ese contacto atropellado, el chicle podría terminar enredado en los dientes del contrincante, o entremezclado asquerosamente con el chicle del opositor. Ese tipo de hipotéticas situaciones embarazosas aumentan la incertidumbre agregándole a los síntomas previamente mencionados uno que lleva al escarnio público: flojera estomacal.

Finalmente existe un asunto que aunque pueda causar escozor en quien planea dar un primer beso, es importante que sea tocado: ese primer contacto determina, de tajo, si existirá a futuro amor o no; si podrán verse a la cara en otro momento y sentir absoluta repulsión o un virtual amor eterno. No debería permitirse cargar el peso tan grande de un movimiento bucal tan sencillo.

Sin embargo, del segundo beso en adelante todos estos infortunios no tendrán lugar. La confianza estará dada, los besantes sabrán las reglas del juego y no habrá lugar a quejas por chicles mal puestos o besos imprudentes en la mejor parte de la película. Sólo el primero, el peor, es el que debería ser prohibido. De por vida.

2 comentarios:

  1. Buen tema, lo más jarto, me parece a mí, es cuando una persona se lanza a dar un primer beso y la cabeza de la otra persona parece tener el mismo polo y se aleja proporcionalmente a la velocidad que la cabeza del primero se acerca. También en algunas ocasiones, después del segundo beso en adelante, en un punto se frenan y es mejor el "apague y vámonos".

    Juanma es Collective Soul
    "Geschminkt am Freitagabend
    allein bei sich zu Haus"
    - Chancenlos -

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  2. Collective, veo que has logrado pasar la prueba del primer beso, a diferencia mía. Te felicito, eres todo un sensei! Katherine

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