Katherine no conoce la vergüenza, la desidia, el decoro, la mojigatería y el achante

lunes, 8 de febrero de 2010

El despecho*

De repente me sonó un ping en la black berry. Yo, todavía ignorante, miré con lentitud la conversación que ella, mi amiga, estaba tratando de tener conmigo. Para mi sorpresa, me explicaba con muchos errores de redacción, "ess queme lo llame y me dijo que ya no queríae star conmigo, que quería estar con la exnovia. no entiendo nada, anocheestaabmos bien".

Releí el texto una y otra vez y concluí rápidamente que, como fuera que hubiese sido el episodio, yo estaba a punto de empezar a ser víctima de una amiga despechada. Planeé entonces el fin de semana perfecto para superar el despecho, para tener un tranquilo lunes de nuevo al trabajo, y de esta forma facilitarle a ustedes las cosas cuando se vean abocados a situaciones similares con amigas despechadas.

Cómo llevar a feliz término, el despecho de una amiga:

1. Cuando le cuente los hechos no tenga reacciones estúpidas como ¿pero cuándo fue? ¡no entiendo nada! Es mejor que vaya a la fija y profiera alguna palabra soez en contra del sujeto, y prométale que llegará tan pronto como pueda al lugar de los hechos.

2. Sáquela de donde esté y llévela a una casa sola, donde pueda gritar, llorar, patalear si así lo quiere ella. Este es el espacio propicio para que grite que lo odia, estrelle cosas irrompibles contra la pared, queme fotos y lo borre de feisbuc.

3. Arréglela un poco y llévesela para un lugar público. Que cuando llegue estén su amigos más queridos, dispuestos a darle algo de beber y escucharle lo que quiera hablar. Preferiblemente que el sitio esté repleto de tipos lindos.

4. Cuando tenga sus copitas en la cabeza, dígale cosas como "todos son unos hijueputas; pero una los trata bien mal y ahí los tiene" o "usted vale mucho, ese man es un guevón", "usted es muy hermosa, espere y verá que nos la va a pagar", "lo que es pa' uno es pa' uno, ese man no le convenía" o el tradicional "déjemelo a mí que yo lo paro, va a aprender cómo se trata a una mujer".

5. Hágala vomitar y luego dele un vaso de agua antes de dormir, para que no combine el guayabo con la tristeza. Cuándo esté abrazando el sanitario, agárrele el pelo o la va a tener llorando porque se le dañó el cepillado.

6. Dígale, justo antes de que caiga en un profundo sueño, que es lo mejor que le pudo haber pasado porque la dieta de la moza la va a dejar divina, flaquísima.

7. Cuando no quiera comer nada por el guayabo y la tristeza, recuérdele que va a poder desempolvar esos yines taya 6 que archivó hace seis meses.

8. Llévela a que se arregle las uñas. Seguro que la combinación del dolor de cabeza y las historias de tragedias amorosas que siempre tienen las estilistas, la van a hacer sentir una afortunada.

9. Cuando vuelvan a casa, téngale preparado todo un listado de canciones súper tristes para escuchar. En el listado puede estar me deja el avión, el problema, de Ricardo Arjona; querida, de Juan Gabriel; todas las que pueda de FanyLu, Ana Gabriel, Miriam Hernández y La Oreja de Van Gogh. Ojo, que no se le olvide Jorge Oñate y su éxito 'no compredí tu amor'.

10. Recomiéndele que haga cosas estúpidas como escribir un blogazo al respecto.


*Yo sé que más de uno de mis seguidores estaban dándole F5 a este blog para encontrarse con este blogazo. Me complace complacerlos.

2 comentarios:

  1. Eso faltan en el punto de la música. El maestro Alci Acosta, Chabela Vargas, y con Mezcal, si, con Mezcal.

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