Prácticamente ya estamos en el Mundial de Fútbol, de eso no hay duda. Hoy más que nunca recuerdo las sabias palabras de Antanas Mockus diciéndome que había que lograr que la gente se sintiera tan feliz por el encuentro internacional de la pelota (las pelotas) o por las Olimpiadas de Matemáticas y pienso que si fueran las segundas, yo estaría más enredada entre términos de lo que estoy hoy.
Sin embargo este no va a ser un blogazo de queja por el Mundial, sino de queja a los hombres que han pasado por mi vida: primos, amigos, tíos, novios, amantes y hasta mi propio padre intentaron por décadas hacerme entender por qué ver a 22 tipos en shorts persiguiendo una pelota es tan verracamente emocionante.
Si, fui al estadio Palogrande con ustedes. Sí, grité gol con entusiasmo en el Hernán Ramírez Villegas. Si, no lo estoy negando, salté en El Campín desde la gramilla y con cámara al hombro apoyando al Nacional cuando los locales gritaban “provinciano a tu montaña”.
Perdónenme, fui hipócrita. La verdad es que no sentía nada: yo era una frígida futbolística.
Lo cierto es que a pesar de los suvenires que me compraron, de las camisetas de equipos que hasta hace poco guardé con cariño y las basuritas blancas que juntos tiramos en las más emocionantes finales del fútbol colombiano, yo nunca le encontré sentido a la seguida de la pelota, ni siquiera cuando los jugadores rebosaban en belleza, porque desde las graderías eso no ese nota tanto. (Fallaron ustedes, porque no le dieron a la comba).
Hasta ahora. No es que quienes intentan en la actualidad hacerme entender el fútbol sean diferentes a los anteriores, sino que se dieron cuenta que la estrategia para hacerme amar la fanaticada no está en la cancha, sino fuera de ella. Y tengo que aceptarlo: ahora me gusta un poco todo eso del encuentro cuerpo a cuerpo (aunque seamos sensatos, no me voy a sentar las 2.880 horas que dura el evento a ver los partidos).
¿Cómo lo lograron? Los dos amigos que están trabajando en el proyecto ‘Katy futbolera’ se dieron cuenta que a mí me gusta es el chisme político, la estrategia, el enredo detrás del telón y por ahí me atacaron.
Diego me dijo por ejemplo que nuestro equipo en la ‘Champions League’ es el Barcelona y no el Real Madrid porque el segundo era el financiado por el franquismo (la dictadura española), que persiguió mientras tuvo el poder a los países separatistas, incluido Cataluña. Por ese motivo, el Barcelona se convirtió en la representación de la oposición, del movimiento obrero.
Nos gusta además el Barcelona, me lo explicó John, porque fue el equipo que creyó en Leonel Messi, cuando nadie más pensaba que ese niño talentoso, pero con serios problemas de crecimiento, podía llegar a ser un buen jugador. Los empresarios del Barcelona lo vieron en Rosario, Argentina y decidieron llevárselo a hacerle tratamiento que costaba 900 dólares mensuales, cuando él tenía 13 años. Y ahora es el mejor jugador del mundo.
Nos gusta el fútbol brasileño más que el argentino porque los cariocas se lo toman todo como una fiesta de la pelota, parecen danzando en la cancha, se disfrutan cada jugada. Los argentinos, por el contario, llegan por defecto enojados a la cancha, pelean, gritan, se estresan, hacen del juego toda una tragedia.
John me enseñó que nuestro equipo bogotano es el Millonarios porque es el de tradición, el de los abuelos capitalinos y así ha sido transmitido por generaciones. En los años 50 fue el equipo que recibió a los grandes jugadores europeos que se quedaron sin trabajo por la crisis económica y ha seguido demostrando su buena forma de jugar, alegrona, apasionada, en todas las estrellas que se ha ganado (13).
Me enseñaron también que la disputa entre hombros y piernas sudorosas va más allá del poder del balón: es como la vida misma, donde la competencia es más rica cuando es más sana, cuando se hace en medio de risas y dramáticas caídas. El gol lo puede hacer sólo uno, pero sin el equipo completo hasta Messi sería más torpe que yo.
Por eso, y otros cientos de ejemplos, podré no saber cuándo es penalti y cuándo es tiro libre; les preguntaré una y mil veces lo del fuera de lugar y qué hacen los jueces de línea además de correr con esas banderitas como si hubieran acabado de salir del closet; y seguiré considerando exageradas las muestras de dolor de los jugadores, pero al menos por este año, no me voy a quejar del Mundial.
Es bueno, es bueno
ResponderEliminarHOLA SEÑORITA LOAIZA
ResponderEliminarBueno, al igual que el mundial el encontrarse de esta manera en el universo de la web y seguir un blog como el suyo (O como cualquiera)es una cuestion de dos partes. En la cancha son dos equipos de futbol, aqui son dos personajes: El que publica y el que comenta. Ambos, para mi, igual de importantes, pues sin uno, el otro no tiene razon de ser. Y como en un partido de futbol es necesario que los dos jueguen para dar lo mejor de si ante ellos mismos y ante los demas, en estas lides del mundo blog es igual de necesario publicar como comentar y recibir la respuesta cuando uno comenta. Yo no he podido seguir blogs de "Estrellitas" Que solo publican y no les importa lo que sus comentaristas digan o piensen. Yo en mi blog, he procurado contestar siempre los comentarios, pues para mi, es un vinculo sagrado que le da la razon al hecho de publicar. Tampoco estoy de acuerdo con el hecho de tener 20,30,100 seguidores en un blog y que ninguno comente. Eso, querida mia, es como lipiarse el culo sin estar cagado. No sirve para nada. Prefiero tener 1 solo, pero que me siga y me lea y me comente. Prefiero eso. (Aunque por suerte, no ha sido mi caso)
Por eso me retiro de este blog, tan amado por mi, pero la verdad es que siento que estoy hablandole a una pared, y estudios cientificos han demostrado que las paredes no hablan.
Como un consejo que le puede llegar a parecer inutil, yo le recomiendo que en un futuro, sea usted mas amable con las personas que comentan sus postiadas...respondales, hagales sentir lo que usted siente cuando abre su blog y encuentra comentarios. Estoy seguro que ellos tambien se alegran de ver que sus comentarios son leidos por usted. Probablemente sea usted una gran profesional del periodismo (Su blog es una prueba de ello)
pero un poco de humildad no le viene mal a nadie. No olvide esto en su camino triunfal al exito y a la fama que de seguro, algun dia tendra.
Este es uno de los mejores blogs que lei en mi vida. Le deseo un millon de postiadas mas
STAROSTA
(UN PRODUCTO DE TU IMAGINACION)
Lamento mucho que haya decidido usted dejar de seguir mi blog, sus comentarios siempre fueron tema de conversación con diversos amigos. Tiene la razón, le hice saber a todo el mundo que usted es mi más fiel seguidor, excepto a usted.
ResponderEliminarPor lo pronto agradezco que haya combinado el post con su comentario, se nota que en serio me lee.
Un abrazo
Srta Loaiza, me senti identificada con su comentario q a muchos a de sorprender, sobre todo a sus primos amigos y padre, pero lo escrito ya esta y no puede echar pie atras, nunca me a gustado el futbol, y mirar como corren de una pelota a tantas personas, lo encuentro brutal, en fin, es un deporte (dicen), y ya esta escrito en todas las sociedades del mundo...yo vivo lejos de mi tierra, Chile, de buenos jugadores de futbol, que han marcado un hito en la histora de Chile, como asi tb....Ciclistas, como mi hermano q fue un campeon en su epoca, sin embargo, y ante mi comentario q suena despectivo, me sentare con una taza de cafe, a ver como corre la seleccion Chilena detras del balon, llevada e incentivada quizas, por el apego a mi pueblo, a mi tierra, esa q me vio nacer....con mucha humildad y sin animo de polemica...dejo este comentario
ResponderEliminarBien Raquel!!! al menos tu Selección sí llegó al mundial... también le daré mi apoyo a Chile... gracias por leerme!
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