Katherine no conoce la vergüenza, la desidia, el decoro, la mojigatería y el achante

miércoles, 24 de marzo de 2010

La primera cita

El que se haya atrevido a decir que como los sentimientos de la primera cita no hay otros en la vida, se está sobreactuando. La placidez del sentimiento prevomitivo, la inseguridad del no saber qué ponerse, los destajos a los riñones que genera tener que ir al baño pero no saber cómo caminar y el inconfundible mariposeo que casi siempre termina en repetidos diálogos con el sanitario, no son para mí.
Yo no nací para las primeras citas.

Empecemos por algo tan simple como saber qué pedir. Si pido mi inconfundible jugo de mango y estamos en un bar, el tipo me calificará de mojigata y no va a actuar con la misma naturalidad que actuaría si no pensara que lo soy. Si pido una cerveza, cuando lleve la botella a medio tomar voy a ver al tipo en cámara lenta y probablemente mis piernas van a ir perdiendo fuerza de voluntad.

La voluntad. Qué bueno que toqué el tema. Paloma me dijo un día sabiamente que no había que desgastarse saliendo con un malpolvo sin saber que efectivamente lo es y terminó la frase citando a una buena amiga suya, “igual se lo va a dar, mejor apurar el golpe”. Ese dilema de saber si dárselo o no en la primera cita me da náuceas.

En principio una se siente insegura porque nunca estará lo suficientemente flaca, la cola jamás tendrá la adecuada solidez y la depilación nunca -jamás- podrá sentirse en el punto preciso. Además siempre habrá un pero: Marrón se comió toda mi ropa interior linda, debo oler raro porque no alcancé a ducharme después del trabajo y claro, la infaltable 'este tipo qué va a pensar, que porque soy de Pereira, soy fácil'.

Eso, claro está, sin contar con el cómo. Entenderse de primerazo en movimientos, velocidades e intensidad es todo un trauma. Si saco la Lobaiza que hay en mí, él podría ratificar su teoría de 'pereiranas=prepago' y tomarme sólo como su presa de cama. Así las cosas lo prudente sería esperar 3 ó 50 salidas, para entonces estar tan enamorados que ni nos demos cuenta de lo mal que nos entendemos horizontalmente.

Finalmente viene la inseguridad de la que yo no sería directa culpable: qué hacer si el tipo no funciona, si no está bien dotado, si se viene rápido, si no me hace llegar... ¿qué hacer, ah?

El instinto primario diría que corra mientras pueda, así sea sin ropa, cambie de teléfono, de trabajo, de país!; pero la decencia de haber sido criada en un hogar de tres miembros y bajo los preceptos de Santa Catalina Labouré, me obligará a inventarme cualquier historia fantástica, una inseguridad que me acompaña desde la infancia o una sobrecarga laboral, para no volver a verle.

*** Dedicado a mi amiga Juana, quien me enseñó la importancia de comer Mango, aún cuando yo de felaciones sabía poco.

5 comentarios:

  1. SEÑORITA TALA...O SEÑORA (O LO QUE SEA UD..ADEMAS EL NOMBRE ES ABSOLUTAMENTE ANTI GREEN PEACE, UNA DESVENTAJA "NATURAL" EN ESTOS DIAS) VARIAS COSAS SOBRE ESTA PUBLICACION:

    1. DE LO QUE LLEVO SIGUIENDO BLOGS DE GENTE DE ESTE PAIS DE MAMARRACHOS CON AGALLAS, ESTE SIN DUDA, LAS TIENE.

    2. YO SE QUE TODAS PIENSASN SIEMPRE EN EL MARRON DE LOS CALZONES, PERO NUNCA HABIA CONOCIDO A UNA VIEJA QUE LO PUBLICARA.

    3. SI LAS PEREIRANAS SON PERRAS O NO, NO ME CONSTA NADA..NUNCA HE CONOCIDO A UNA. (NO SE SI POR SUERTE O POR DESGRACIA PARA MI)

    4. UNA MUJER QUE NO TENGA MIEDO DE HACER EL RIDICULO (COMO UD PROCLAMA EN SU PERFIL) ME LLEVA A DOS TEORIAS: O USTED TIENE PENE O A MI ME RODEAN PLACEBOS DE MUJERES...PORQUE A MI ME IMPORTA UN CULO EL RIDICULO TAMBIEN.

    5. POR TODO ESTO, HE DECIDIDO SEGUIR ESTE BLOG, PUES ME PARECE UNA CHIMBA.

    NOS VEMOS ENTONCES.

    STAROSTA
    (EL ESCRITOR MALOGRADO)

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  2. StaRosta:

    No puedo negarle que cuando empecé a leer su comentario me invadió algo así como una mezcla de indignación y verde recelo.... me alegré finalmente al leer el punto cinco, cuando me anunció que desde hoy me seguirá. No tengo pene, tengo agallas que es diferente.... y no había pensado lo de Tala, realmente lo uso porque es el diminutivo de Talita, que es como me conocen en el bajo mundo. Mi nombre real es Katherine Loaiza.

    Bienvenido a Ojeadas Inversas. Me gusta su nombre, a mi me criaron en Santa Rosa de Cabal.

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  3. GRACIAS POR LA BIENVENIDA SEÑORITA KATHERINE...NO TENGO NI PUTA IDEA DONDE QUEDA SANTA ROSA DE CABAL...REVISARE MI VIEJO MAPA DE COLOMBIA (ANTES QUE ENTRE CHAVEZ, LAS FARC Y LAS BASES GRINGAS ME LO MODIFIQUEN Y YA NO ME SIRVA PA'UN CULO)

    NOS VEMOS ENTONCES

    STAROSTA
    (UN PRODUCTO DE SU IMAGINACION)

    STAROSTA

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  4. En la Urbana hay jugo de mango, también granizado. Ahora a usted, Talita, y a Juana, cuando coman mango, las veré con cierta inquietud.

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  5. Mi negra sabrosa...esta muy bueno ese apunte....créame que me rio mucho cuando leo sus cosas en este blog, pero no me atrevo a escribir nada por pereza y miedo de que se vaya una palabra mal escrita pero buena mi china.

    BETA

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